El mago de Oz y Dorita son tal vez algunos de los personajes más famosos de la literatura y el cine. Seguramente te has enterado de esta historia por el cine, pues la película musical fantástica norteamericana El mago de Oz (1939), fue vista por millones de espectadores y se ha convertido en un clásico del séptimo arte, aunque inicialmente fue pensada como una cinta infantil. Lo que convierte a las piezas de arte en clásicos es precisamente su conexión con la realidad y su resistencia al envejecimiento. Quienes regresamos al filme podemos comprobar que la historia del mago de Oz y Dorita continúa ofreciéndonos una enseñanza sobre el amor y la amistad que podemos aprovechar para nuestra vida actualmente en el siglo XXI.
El mago de Oz en libros y películas
No obstante, muchos no saben que realmente el filme El mago de Oz se basa en un libro El maravilloso mago de Oz, escrito en el año 1900 por el norteamericano Lyman Frank Baum e ilustrado por W. W. Denslow. La costumbre de la industria cultural de tomar historias de la literatura y llevarlas a la gran pantalla es muy antigua. Clásicos del cine como Blancanieves, Caperucita roja, La Bella y la Bestia, Hansel y Gretel… nacieron de la pluma de escritores y luego pasaron por el filtro del público. Una vez que los lectores dieron el visto bueno a las historias, hasta convertirlas en éxitos de ventas, los productores y directores de cine apostaron por un producto seguro. Recordemos que la industria del entretenimiento se basa en el reciclaje de historias: toma las palabras y las convierte en imagen y sonido. Esa es la magia del andamiaje del show business.
En el caso del filme El mago de Oz (1939), los estudios de cine norteamericanos Metro-Goldwyn-Mayer no se equivocaron al escoger esta historia que toca la fibra de los televidentes, incluso tantos años después. ¿Sabes por qué muchos siguen admirando la historia de Dorita? Pues porque esta hermosa niña era tan dulce, a pesar de tener una historia de vida complicada que inspira mucho amor. La protagonista de la novela infantil y la película era huérfana, por lo cual, vivía con sus tíos. Además, la acompañaba todo el tiempo una mascota que era muy amorosa: el perro Totó. La historia comienza cuando la niña es arrastrada cielo arriba por un tornado que aparece de la nada. Ante la vista sorprendida de sus tíos, la nena y su mascota se alejan sin dejar rastro de su paradero. Es así como Dorita y Totó llegan a una tierra donde la fantasía es la reina y señora. Si lees el libro sabrás cómo es la vida de la niña cuando se hace amiga de un hombre de hojalata, un espantapájaros, un león y otros seres increíblemente pintorescos. Este grupo de personajes gracioso tiene una gran cantidad de aventuras increíbles que harán que te diviertas muchísimo.
Un largo camino y unos amigos nuevos
Cuando Dorita se vio fuera de la casa de sus tíos sintió miedo, porque nunca había estado sola por tanto tiempo y tan lejos. Entristecida con la idea de no poder ver nunca más a los únicos familiares que le quedaba en la vida, la niña desesperada pidió un deseo: encontrar el camino a su hogar. Para lograrlo, la protagonista y su mascota fueron a ver al único personaje que podía resolver semejante situación alocada: el mago de Oz.
Durante el recorrido que la niña y el perro emprendieron para conocer al ser que los sacaría de apuros ambos se encontraron con una serie de personajes conforman la historia de este cuento. En primer lugar se toparon con un espantapájaros que necesitaba un cerebro. Luego, un hombre de hojalata que rogaba por un corazón. Por último, estaba en el camino un león muy cobarde, que se sintió intimidado por el perrito de Dorita. Como notarás, cada uno de los personajes tenía un deseo muy fuerte que querían satisfacer para ser felices. Todos emprendieron juntos el camino, esperando que el famoso mago de Oz los ayudara.
Luego de innumerables aventuras cada uno de ellos conquistó sus metas, volviéndose más fuertes y confiados en sí mismos. ¿Quieres saber cómo termina la historia? Pues Dorita despierta de un sueño y se da cuenta de que todo es producto de su imaginación.
El mago de Oz
En una granja de Kansas es donde sucede esta historia. Se trata de Dorita, una niña que junto a su perro Totó fue atrapada por un tornado y trasladada hasta tierras muy lejanas.
Para sorpresa de Dorita había llegado a un mundo poblado por seres extraños. ¡Tenía que encontrar el camino a su casa! Así fue preguntando cómo hacerlo hasta que un hada le recomendó consultar al mago de Oz.
¿Cómo hallarlo?-Sigue el camino de las baldosas amarillas-le dijo el hada.
En el recorrido para llegar hasta el mago de Oz, Dorita y su perro Totó se encontraron a un espantapájaros que clamaba por tener un cerebro. Al no poder ayudar a su nuevo amigo, la niña lo invitó a caminar juntos para encontrar al mago y pedirle un consejo.
También se les unió un hombre de hojalata. Este se encontraba triste porque quería un corazón y no encontraba la forma de solucionar su problema. Más tarde, hallaron a un león que a diferencia de los de su especie era miedoso. Entonces, le invitaron a ver al mago de Oz para que este le ayudara.
Después de mucho andar y vivir muchas aventuras, Dorita, Totó, el espantapájaros, el hombre de hojalata y león llegaron al país del mago de Oz donde fueron recibidos por un guardián. Tras preguntar qué quería, los dejó pasar.
El mago de Oz escuchó atentos los deseos de sus visitantes y les dijo que los ayudaría si vencían a una bruja que causaba muchas molestias a su reino. Los nuevos amigos aceptaron.
A salir para cumplir su encomienda, los cinco amigos pasaron por un campo de amapolas y el aroma de estas flores los durmió. Tal situación permitió que unos monos, mensajeros de la bruja, los atraparan y llevaran con la malvada.
Por casualidad, y debido a su miedo, cuando Dorita vio a la bruja le lanzó un cubo de agua a la cara. Tal acción hizo que la bruja se volviera un charco de agua. Y es que esa era la solución para terminar con los hechizos que habían azotado al país del mago de Oz.
Al morir la bruja, el hombre de hojalata, el león y el espantapájaros vieron cumplidos sus deseos. Sin embargo, Dorita y Totó no había podido regresar a su granja en Kansas.
La curiosidad de Totó hizo que Dorita descubriera que el mago de Oz era un anciano que deseaba retirarse a un lugar donde pudiera retirarse. Dorita lo siguió en esta travesía y juntos emprendieron un vuelo en globo.
La travesía cambió su rumbo cuando Totó se cayó del globo y ella saltó tras él. Mientras caía, Dorita somó con sus amigos y escuchó como el hada le decía que pensara en lo bien que se estaba en el hogar.
La niña pensó con todas sus fuerzas:-No hay lugar más feliz que la casa propia.
Al abrir sus ojos se encontró otra vez en Kansas. Escuchó la voz de sus tíos y corrió a abrazarlos. Dorita solo había estando soñando pero vivió en ese mundo de fantasía una experiencia inolvidable.